
Ceremoniales indígenas de Semana Santa: un patrimonio inmaterial de Sinaloa para el mundo
La celebración de Semana Santa fusiona la fe cristiana con rituales ancestrales indígenas, preservando el patrimonio cultural
Cada año, miles de personas se congregan en las comunidades indígenas de Sinaloa para presenciar los rituales de la Semana Santa, una celebración que combina tradiciones ancestrales con prácticas religiosas. En localidades como Mochicauhi, en El Fuerte; San Miguel Zapotitlán, en Ahome; y San Francisco de Tacuichamona, en Culiacán, los habitantes reviven durante días la pasión de Cristo a través de danzas, cantos y ofrendas tradicionales. Este fenómeno, que se extiende por 40 días, tiene sus raíces en costumbres indígenas y se celebra con fervor en 28 centros ceremoniales del estado.
La cultura Yoreme es el corazón de estos rituales, donde los participantes, descalzos y ataviados con vestimentas tradicionales, llevan a cabo procesiones y danzas pascolas, representando la lucha entre el bien y el mal, mientras el aroma de platos típicos como el caldo guacavaqui inunda el aire. Estos eventos se inician desde el miércoles de ceniza y culminan con las celebraciones de Jueves y Viernes Santo, continuando hasta el Domingo de Resurrección.
El gobierno de Sinaloa ha implementado varios programas de apoyo para preservar las tradiciones indígenas, incluyendo iniciativas que fomentan la preservación de la lengua materna, la conservación de las costumbres y la certeza jurídica de sus tierras. En este sentido, más de 2,800 personas han logrado la escrituración de sus propiedades en los municipios de Choix y El Fuerte, marcando un avance histórico.
Además, el Gobernador Rubén Rocha Moya anunció recientemente la construcción de una extensión de la Universidad Indígena Autónoma de México (UAIM) en Villa Juárez, lo que contribuirá a mejorar la educación y el desarrollo de las comunidades.
La tradición de Semana Santa en Sinaloa no solo es un fenómeno religioso, sino también un atractivo turístico, especialmente en San Francisco de Tacuichamona, uno de los Pueblos Señoriales de Sinaloa. Este poblado, con una historia de casi 500 años, destaca por sus petroglifos que datan de tiempos prehispánicos, reflejando el alto grado cultural de sus antepasados.
Los rituales de la Semana Santa en Sinaloa representan una fusión única de fe religiosa y cultura indígena, un legado que sigue vivo y que se proyecta como un valioso patrimonio inmaterial para el mundo.