Ciencia y Tecnología

El riesgo de ceder el mercado de chips a China: las medidas de Trump podrían ser contraproducentes para EE.UU.

Las restricciones de exportación a China podrían acelerar el desarrollo de chips locales, poniendo en riesgo la competitividad de EE.UU.

Las políticas implementadas por el gobierno de Donald Trump para limitar el avance de China en la tecnología de Inteligencia Artificial (IA) podrían tener repercusiones negativas para Estados Unidos, según expertos del sector tecnológico. La administración republicana busca frenar el desarrollo de IA en el gigante asiático mediante una prohibición de exportación de chips a China, una medida que, aunque pretende debilitar a Beijing, podría terminar perjudicando más a las empresas estadounidenses.

El analista independiente Jack Gold explicó que, aunque la intención es evitar que China supere a EE.UU. en IA, esta estrategia podría resultar más perjudicial para el país norteamericano que para el asiático. Gold subraya que, ante la escasez de chips estadounidenses, China se verá forzada a crear sus propios semiconductores avanzados, lo que podría eventualmente permitirle no solo ser autosuficiente, sino también competir globalmente, ganando mercados que Estados Unidos perdería con el tiempo.

A medida que China se adapte y mejore su capacidad de producción de chips, Gold advierte que, cuando llegue a ser competitiva, la situación se volverá más difícil de revertir para EE.UU. Según el analista, esto representaría un desperdicio significativo para la industria estadounidense, que perdería su posición dominante en el mercado de microprocesadores.

Por su parte, otro experto, Rob Enderle, también coincide en que esta medida puede ser la forma más rápida de ceder el liderazgo de EE.UU. en el campo de los microprocesadores. La reacción inmediata a las restricciones impuestas por el gobierno de Trump se reflejó en una caída en las acciones de dos de los principales fabricantes de chips: Nvidia y AMD, cuyas pérdidas podrían ascender a miles de millones de dólares. En particular, Nvidia, conocida por sus tarjetas gráficas avanzadas utilizadas en IA generativa, estimó que sus ingresos se verían reducidos en 5,500 millones de dólares en el trimestre actual, mientras que AMD informó pérdidas de 800 millones de dólares.

Aunque bajo la presidencia de Joe Biden se habían implementado controles para regular las exportaciones de semiconductores a China con el fin de proteger el liderazgo estadounidense, las nuevas medidas propuestas por Trump van más allá. Gold destaca que hay una diferencia significativa entre los controles establecidos por Biden, que solo limitan ciertos chips avanzados, y el enfoque de Trump, que busca un bloqueo total de exportaciones, lo cual podría tener efectos no deseados.

Una de las razones de este endurecimiento de medidas es el creciente éxito de la start-up china DeepSeek, que ha logrado desarrollar modelos de IA similares a los de las grandes compañías estadounidenses, como OpenAI (creadora de ChatGPT), utilizando componentes más baratos y con menor sofisticación, lo que pone en duda la efectividad de las restricciones.

Gold critica esta estrategia, argumentando que el gobierno de Trump parece pensar que hacer más difíciles las condiciones para China y otros países llevará a una victoria automática, lo que, según él, es una falacia. En lugar de penalizar a las empresas estadounidenses, sugiere que la clave para asegurar la competitividad de EE.UU. radica en favorecer sus industrias y no obstaculizar las inversiones en investigación y desarrollo.

El director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, también ha expresado preocupación por la competencia china, señalando que la presencia de su empresa en China es crucial para su crecimiento. En una reciente visita a Beijing, Huang destacó la importancia de mantener una fuerte presencia en el mercado chino, que representó 13% de los ingresos globales de Nvidia en 2024, alcanzando 17,000 millones de dólares en ventas.

A pesar de los esfuerzos de EE.UU. por reubicar su producción industrial, especialmente en el sector de semiconductores, Gold señala que las medidas no parecen tener un impacto real en el corto plazo. Construir nuevas fábricas de semiconductores en Estados Unidos es una tarea compleja y costosa, que podría llevar años, lo que significa que, mientras tanto, el país continúa pagando tarifas arancelarias sin una solución inmediata.

Como intento de mitigación, Huang anunció que Nvidia fabricará chips para supercomputadoras de IA en EE.UU. por primera vez. Sin embargo, Gold subraya que Estados Unidos no tiene suficiente mano de obra calificada para ejecutar este tipo de proyectos, lo que podría dificultar aún más la implementación de estas medidas.

En resumen, aunque las políticas de Trump buscan proteger la posición de EE.UU. en la tecnología de IA, podrían, a largo plazo, llevar a una pérdida de liderazgo en la industria de los semiconductores y a una mayor competencia de China en el mercado global, con efectos negativos tanto para las empresas estadounidenses como para la economía en general.